Se suele dar por
aceptado que el cuadro de las Descalzas Reales de Madrid (arriba a la derecha de la imagen) es el retrato de La Calderona, cuando no es más que otra versión de la composición clásica
titulada "Retrato de la vanidad". Mostramos solo tres ejemplos de este tema
que hay en Madrid, en la colección Abelló, en las Desacalzas Reales y en el museo Cerralbo. En estas obras se muestra a la Magdalena que parece estar arrepentida por su
vida cortesana, se está peinando o admira su belleza por última vez y espera el abrazo de su hermana Marta para,
a partir de ese momento, llevar una vida santa. Incluso en los vestidos y en las sillas coinciden las dos versiones de arriba.
Lo único que podría
relacionar a la Calderona con el cuadro que actualmente está en el convento de las Descalzas Reales, es que a la
nieta de La Calderona le regalaron ese cuadro cuando se hizo monja en dicho
convento. ¿Un cuadro muy adecuado para inspirar a una joven monja, y una lección del mal ejemplo que fue su abuela?
Este cuadro se lo regaló Don Juan J. de Austria a su hija bastarda cuando esta ingresó en el convento de Madrid. Era la época en la que el hijo de La Calderona, al empezar a ejercer el poder, fue objeto de críticas y mofa en la corte por ser hijo de una actriz, una "cortesana", una plebeya.